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Un Ejemplo de Obediencia

Currículo
Respuesta para Estudiantes
67
TEXTO: Mateo 1:18-25

Su conversación durante la cena sacó a relucir cómo José fue un ejemplo de obediencia.

LA NAVIDAD estaba casi por llegar . . . sólo unas semanas más. Tina, Armando y Mariela estaban emocionados. La conversación durante la cena era sobre la Navidad, las cosas que estaban haciendo en la escuela, los regalos que estaban preparando, y el programa Navideño en la iglesia.
¡Esta noche no era una excepción! Mariela de seis años iba a ser un ángel del coro celestial. “Yo debo usar un traje celeste y porque soy la más pequeña debo de pararme enfrente,” ella les dijo, sus ojos brillando con emoción.
“Tú serás el ángel más hermoso:” Tina le dijo a su hermanita. “¿Y adivina qué? ¡Yo voy a ser un ángel también! Voy a ser el ángel que se le apareció a María y a José.”
Armando levantó la cabeza con una expresión de confusión. “Tú quieres decir ¿el ángel que se le apareció a María? El ángel no se le apareció a José hasta que tenían que salir de Belén, y mi maestro dice que no vamos a hacer esa parte este año.”
“¡No, Armando! Me toca aparecerle a José justo después de María,” contestó Tina. “Yo recogí mi guión el domingo pasado después de clase y lo leí precisamente esta mañana, yo sé cómo fue.”
“Papá yo he sido elegido para ser José en la programa Navideño,” dijo Armando. Todavía no he leído mi parte completamente, pero no recuerdo que un ángel fuera donde José después de hablar con María. ¿Fue el ángel antes? ¿No fue realmente después?”
Su papá sonrió. “Bueno, Hijo, porque no buscamos en la Palabra de Dios para resolver este asunto.”
El papá de Armando abrió la Biblia a Mateo capítulo 1, y empezó a leer el verso 19. “José su marido, como era justo, y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo y llamarás su nombre JESÚS.”
“Bueno supongo que esto aclara mi pregunta, dijo Armando. No me recordaba de esa parte. Pero no lo comprendo. ¿Por qué tuvo que venir un ángel? ¿No sabía José que Dios había prometido enviar a Su Hijo al mundo?”

VERSO CLAVE: Obedeceré a Dios.
Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. — Lucas 11:28

“Recuerda Armando,” Respondió su padre. “Esa promesa había sido dada muchos años antes, y la mayoría de las personas probablemente habían dejado de pensar en que esto sucedería en su época. Pero cuando el ángel se le apareció, José comprendió que la promesa estaba siendo cumplida. ¡Qué emoción debió haber sido para él! Él hizo lo que le indicó el ángel, y tomó a María como su esposa. Debido a su obediencia, él tuvo el maravilloso privilegio de criar al propio Hijo de Dios. Dios siempre hace lo que promete, pero para que nosotros recibamos las promesas de Dios, ¿qué tenemos que hacer nosotros?”
Armando pensó por un momento. “Creo que debemos hacer lo que se nos dice.”
“Armando, el otoño pasado cuando te prometí que podrías ir de caza conmigo, había algo que tú tenías que hacer para ganarte ese viaje. ¿Recuerdas lo que fue?”
“Sí, tenía que obtener ochentas y noventas en todas las materias de la escuela. ¡Lo obtuve, y fui!”
“Así cuando hiciste lo que se te pidió, yo hice lo que te prometí. Dios desea que seamos obedientes también. Si lo somos, Él cumplirá sus promesas hacia nosotros. Hay un verso que aprendiste el mes pasado como verso clave, eso va de acuerdo con este tema. ¿Recuerdas? “Bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan.” Ese verso tiene un significado especial para cada uno de nosotros. ¿Puedes decirme lo que crees que significa, Mariela?”
“Papá, significa eso ¿que si siempre hacemos lo que Dios desea que hagamos Él contestará nuestras oraciones? Mariela preguntó.
“Correcto,” respondió su papá. Dios sabía que no seríamos realmente felices si no le obedecemos. Él nos dio Su Palabra, con ejemplos de personas que fueron obedientes. José y María fueron dos de estos ejemplos. Vemos cómo Dios les ayudó, porque sabía que ellos harían lo que les fuera dicho aun cuando no entendían. Pero todo funcionó perfectamente cuando permitieron que Dios hiciera Su voluntad. ¡Y Él puede hacer lo mismo en nuestras vidas!
“¿Responde esto tu pregunta, Armando?” Preguntó su papá, mientras cerraba la Biblia.
“Sí, y fue bueno que preguntara. ¡Ahora estaré en la capacidad de actuar realmente como José en la obra!”

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: ¡Con la Obediencia Viene la Felicidad!