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¿Cómo Va mi Relación con Dios?

Currículo
Respuesta para Estudiantes
171
TEXTO: Lucas 8:4-15

¿Cuando Crystal parecía ansiosa de aprender más acerca de la parábola de la Biblia, Lucía tuvo que preguntarse a sí misma, cómo va mi relación con Dios?

LUCÍA SE MOLESTÓ. Ella invitó a Crystal a pasar la noche, y ahora su papá sacaba su Biblia para la devoción familiar. ¿Qué pensará Crystal? Ella tal vez pensará que somos extraños, Lucía respondió a sus propios pensamientos. Yo no creo que su familia lea y ore junta.
“Vamos, Lucía. Vayamos a tu cuarto a escuchar tu nuevo CD,” dijo Crystal, no dándose cuenta de la reunión familiar en la sala.
“Ah, Crystal . . . creo que es tiempo para las devociones de nuestra familia. ¿Te gustaría acompañarnos?” ella murmuró, esperando que Crystal no notara su vergüenza.
Crystal no sabía que hacer, pero indicó que estaba bien y se sentó en el sofá a la par de Lucía. “¿Qué tengo que hacer?” murmuró.
“Nada, sólo escuchar mientras mi papá lee la Biblia. No tomará mucho tiempo,” Lucía le susurró, esperando que esa fuera la verdad.
“Esta noche vamos a oír una historia que Jesús contó cuando estaba en la tierra. Se halla en el capítulo ocho del libro de Lucas.” El padre de Lucía se sentó en el sillón. Mirando la Biblia abierta que estaba sobre sus rodillas, y empezó a leer: “El sembrador salió a sembrar su semilla; y mientras sembraba, una parte cayó junto al camino . . . ”
Oh, la parábola del sembrador, pensó Lucía. Mientras escuchaba la historia de las semillas y de los diferentes tipos de tierra en que cayeron, ella se preguntaba si Crystal entendía algo de la parábola. Lucía sabía que Crystal no venía de un hogar cristiano. Crystal quizás no sepa que los diferentes tipos de tierra son las distintas clases de personas que escuchan la Palabra de Dios, Lucía pensó. Ella tal vez se esté preguntando ¿por qué está en la Biblia esta historia acerca de esta siembra?
“Esa es una historia interesante” comentó Crystal cortésmente después de la conclusión de la parábola.

VERSO CLAVE: Ayúdame a recibir tu Palabra, Jesús.
Toma en tu corazón todas mis palabras que yo te hablaré, y oye con tus oídos. — Ezequiel 3:10

“Es más que una historia, Crystal,” el Sr. Hernandez dijo con una sonrisa. “Se llama una parábola. Es una clase de ilustración que Jesús usaba para ayudar a la gente a entender lo que Él estaba tratando de enseñarles. En este caso la semilla es comparada a la Palabra de Dios, la Biblia. Los diferentes tipos de tierra representan las distintas clases de personas que escuchan la Palabra de Dios. Algunos la aceptan, otros la rechazan, algunos la siguen sólo por un tiempo y otros dejan que esa semilla entre en sus corazones y las semillas comienzan a crecer.”
“Nunca antes he oído esa parte de la Biblia,” Crystal dijo pensativamente. “Pero parece muy importante.”
Lucía se movía sobre los cojines intranquilamente. Ella esperaba que su padre no dijera mucho más. Ella no quería que Crystal se sintiera incómoda o desconcertada.
Pero Crystal no parecía preocupada. Ella parecía interesada mientras el papá de Lucía respondía: “Es importante, Crystal. Tenemos que oír y entender, o si no Satanás puede engañarnos y hacernos creer que otras cosas son más importantes.”
“¿Cómo sabe una persona qué clase de tierra es?” Crystal preguntó, mirando a Lucía y a su papá. Cuando Lucía no respondió, su papá habló de nuevo.
“Una persona puede escoger cuál tierra será. Cuando escuchamos la Palabra de Dios, debemos decidir si la creemos y actuaremos en ella. Si no, el diablo la alejará de nosotros y perderemos esa oportunidad de ser salvados.”
Hubo un momento de silencio en la sala. Lucía miró a su amiga. Crystal parecía un poco turbada y ahora fijó la mirada en el piso. “Eso suena muy serio,” ella dijo.
“Es serio, Crystal. ¿Alguna vez has oído que Cristo murió en la cruz para salvarte de tus pecados?” El papá de Lucía preguntó.
“No . . . yo iba a la Escuela Dominical algunas veces, pero nunca oí eso,“ Crystal respondió, levantando la cabeza.
Parecía que Lucía había oído eso toda su vida. En realidad ella había sido salva cuando era pequeña, pero parecía que hacía mucho tiempo.
De repente Lucía olvidó todo acerca de su padre y Crystal que estaban sentados allí al lado de ella cuando un pensamiento vino a su mente. ¿Estaba esa semilla aún creciendo en su corazón?
Ella suponía que estaba creciendo.
Ella siempre había presumido que ella estaba aún salvada. Pero ¿lo estaba realmente? ¿Sería ella cómo la tierra pedregosa donde la semilla cayó y creció solo por poco tiempo? ¿Había ella dejado que sus propios intereses y las cosas en las que estaba envuelta “ahogaran” la semilla que una vez había estado creciendo en su corazón?
Su atención volvió a su amiga cuando oyó que Crystal preguntó: “¿Cómo reciben las personas a Cristo en su corazón?”
Mientras el papá de Lucía explicaba como ser salvo, Lucía se sentó al lado de su amiga. Crystal necesita esto, ella pensó. Ella necesita ser salvada. Pero quizás yo necesite pensar en mí misma. ¿Estoy dando el buen fruto del que papá leyó? Se le hizo un nudo en la garganta.
“Gracias, Sr. Hernandez,” ella escuchó a Crystal decir suavemente. “En realidad aprecio que haya tomado el tiempo para explicarme eso. Estoy segura que voy a pensar sobre lo que usted ha dicho.”
Yo también voy a pensar acerca de eso, determinó Lucía. Quiero estar segura que mi corazón es como la tierra buena de modo que pueda escuchar y hacer la Palabra de Dios.

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: ¿Qué Tipo de Tierra Eres Tú?