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Quiero Estar Listo

Currículo
Respuesta para Estudiantes
174
TEXTO: Lucas 12:35-48

Algunas bromas en la cafetería turbaron los pensamientos de Carlos, pero sus abuelos le ayudaron a darse cuenta de que quería estar listo.

LA RISA HIZO ECO en la cafetería donde un grupo de chicos estaban almorzando. Uno de ellos hizo señas de silencio al burlarse: “Y que de la noche cuando el papá de Sergio Castro iba a casa en su carro y vio unas luces brillar en el cielo. Le asustó tanto, que se hizo a un lado y empezó a orar. ¡Pensaba que el Señor regresaba! ¡Pero se le pasó por alto que era el Día de la Independencia, ha, ha, ha!” Esto causó aun más risa, más señas de burla y más "chistes religiosos" en el grupo.
Carlos García, se puso de pie y fue tranquilamente a la puerta. Uno de sus compañeros lo vio y gritó, “Oye, García. ¿Qué te pasa? ¿Te asustamos?”
Carlos sacudió su cabeza. “Miren . . . Sencillamente no creo que es algo para bromear, eso es todo.”
Alguien en el grupo se quejó: “Oh vamos, siéntate y termina de almorzar. Cambiaremos el tema." El resto de los chicos se calmaron con preguntas de: “¿Qué le está molestando?”
Carlos se fue y salió por el pasillo repleto de gente. Se sintió enfermo. Él no entendía por qué esa broma le había molestado tanto. Supongo que en el fondo creo que Jesús volverá algún día. Y si Él lo hace, ¿dónde estaré? se preguntó a sí mismo. Si tan sólo pudiera retirarse un momento para pensar sobre todo esto. Pero tenía tres clases más esa tarde.
Pasaron dos días, y Carlos encontró que su mente volvía de nuevo y la escena en el comedor de la escuela y la posibilidad de que el Señor realmente vendría . . . quizás pronto. Caminando sobre la nieve en camino a su casa desde la escuela esa tarde, tenía un pensamiento. Tal vez llame a mi abuela y a mi abuelo. Ellos parecen estar muy cerca de Dios y podría tener la oportunidad de hablarles sobre esto.

VERSO CLAVE: ¡Quiero estar vigilante! ¡Quiero estar vigilando!
Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis. — Mateo 24:44

Los abuelos de Carlos estaban contentos cuando él llamó y ofreció remover con una pala la nieve que se les había acumulado enfrente de su casa. “¿Y por qué no te quedas a cenar, Carlos?” su abuela lo invitó. “¡Estoy cocinado el pollo frito que te gusta!”
Reunidos todos alrededor de la mesa de la cocina esa noche, los tres saboreaban el pollo frito. La cena fue finalizada con un pastel de cereza casero. Carlos se detuvo por un momento, luego empezó a hablar: “Abuelo, ¿cuándo crees que el Señor volverá? Quiero decir . . . debe ser pronto, ¿no es así?”
Sus abuelos se miraron unos a los otros, luego su abuelo respondió lentamente: “Bueno, Carlos, cuando suene la trompeta, no lo sé. Ni los ángeles del Cielo lo saben. Pero Dios lo sabe, puedes estar seguro de eso. Y Él nos ha dado algunas pistas de cuando será.”
“¿De veras?” Carlos estaban interesado. “¿Qué tipo de pistas?”
El abuelo había alcanzado su Biblia y estaba ojeando las páginas del libro de Mateo: “Carlos, Jesús nos dijo que su regreso será cuando no lo estemos esperando. Escucha esto, Mateo 24:44 dice: “Por tanto, también vosotros estad preparados; por que el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis.”
“Eso es extraño.” Carlos estaba confundido. ¿Cómo espera Él que la gente esté lista si no saben cuando Él vendrá?”
Abuelo pensó por un momento: “Creo que es así cómo Dios conoce a los suyos. La gente que vive para Él, y lo están esperando son los que realmente lo aman. Ellos estarán listos no importa cuando Él venga! Y los que realmente no están interesados en Él no se prepararán para su venida, aunque Él les ha dado muchas advertencias. Jesús nos advirtió en Marcos 13:33: "Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuando será el tiempo."
Luego la abuela habló: “Carlos, hay muchas profecías en la Biblia. Cosas que ya han pasado como Jesús dijo que pasarían en los últimos días. Así, que será pronto.” Su voz se hizo suave. “Sabes, tu abuelo y yo hemos estado orando por ti por mucho tiempo.”
Mientras hablaban de los últimos días y de como la furia de Dios sería derramada sobre aquellos que se queden sobre la tierra, Carlos pensó, ¿por qué me estoy engañando a mi mismo? La pregunta verdadera no es ¿cuándo regresará el Señor? Sino, ¿estaré listo cuando Él venga?
Finalmente dijo las palabras que había querido decir en toda la noche: “Abuelo . . . ¡Quiero estar listo! ¿Orarías conmigo?”

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: ¿Estás Listo?