ALEJANDRO ZUMBÍA tranquilamente en sí mismo mientras se concentraba en centrar la bola de barro en la rueda. Ya que estaba centralizada, comenzó a presionar los dedos dentro del hilado de barro blando, muy cuidadosamente anchando la base y subiendo las orillas. Mientras estaba formando las líneas del florero, otro estudiante pasó detrás de él y le chocó el codo. El movimiento repentino destruyó la forma por completo.
“¡Lo siento!” Alejandro escuchó a alguien decir, en un tono desagradable. Él se volteó para ver quien estaba hablando.
“Está bien, no te preocupes," dijo Alejandro mientras removía el barro desecho de la rueda. “Esto me ha sucedido antes.”
Mateo acercó una silla. “¿Crees que sabes algo de cerámica, no es así?”
“Mi tía es propietaria de una tienda de cerámicas en el sur de California donde yo vivía antes de mudarme aquí hace unas cuantas semanas. Yo pasaba mucho tiempo ayudando y también aprendiendo lo que podía, aunque no soy en realidad un experto. A propósito, mi nombre es Alejandro Castillo.”
Mateo se paró y dijo: “Bueno yo soy Mateo Ramos, y todo lo que tú debes saber es que en cerámica aquí yo soy el mejor. He ganado el Concurso de Arte de Escuelas Secundarias en la ciudad por tres años consecutivos.”
“Wow! Eso es realmente impresionante! Me gustaría ver algunos de tus trabajos.”
Mientras él se marchaba Mateo dijo: “Oh, lo verás, estoy seguro. Es la única cosa que vale la pena mirar en los alrededores de este lugar.”
Cuando él se fue, Alejandro movió la cabeza con asombro. No creo haber conocido antes a alguien como él, Alejandro pensó. Él es engreído. Él levantó la vista y vio a una chica al otro lado del salón. Ella miró en la dirección que Mateo se había ido. Este chico tiene una reputación aquí, Alejandro pensó.
Esa noche Alejandro le contó el incidente a su padre.
“Para mí, Mateo parece un chico muy infeliz, Hijo. Sabes que el orgullo es la raíz de casi todo el pecado en la Biblia y es algo que Dios odia. Deberías hacerte amigo de Mateo. Él necesita sentir el amor de Dios.”
“Trataré, Papá,” Alejandro dijo con una sonrisa irónica.
VERSO CLAVE: Dios desea que seamos humildes.
Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. — Santiago 4:6
En las semanas siguientes, Alejandro hizo lo mejor que pudo para hacerse amigo de Mateo, pero nada valió. Aunque ellos no tenían clases juntos, terminaron pasando mucho tiempo juntos después de las clases en el departamento de cerámica. Cuando Mateo vio algunas de las obras cerámicas de Alejandro, no tardó en darse cuenta de que Alejandro podía hacerle competencia. Una tarde Mateo entró y vino directamente donde Alejandro.
“¿Estas planeando entrar en el concurso la próxima semana?” Mateo preguntó.
“Bueno, sí, estoy planeando. Sin embargo, espero entrar esta pieza que estoy trabajando si la puedo terminar a tiempo. Anoche mezclé los polvos para barnizarlo,” dijo Alejandro, mientras sostenía una bolsa de polvos cuidadosamente medidos. Haciendo esto, miró la hora en su reloj. “¡Wow! ¡Mira la hora! ¡Tengo que limpiar y salir de aquí!” Con un breve ademán a Mateo, reunió sus materiales y los puso juntos en su estante al otro lado del salón.
Mateo miró a Alejandro salir. Luego después de limpiar su propia área, él miró a su alrededor para asegurarse de que nadie lo miraba y se dirigió a el estante de Alejandro. Removiendo la bolsa de los polvos mezclados, fue al estante de suministro y seleccionó un polvo azul grisáceo de cristal. Esto debe arruinar el barniz de Alejandro, Mateo se rió malvadamente. Él sabía que si arruinaba el barniz para el trabajo que Alejandro entraría al concurso, él no tendría tiempo para hacer uno nuevo, especialmente porque el florero era un diseño desafiante y original y difícil de duplicar. No quiero ser derrotado este año después de ganar los últimos tres años, Mateo pensó, mientras regresaba la mezcla alterada al lado de Alejandro.
¡La noche del concurso! El aire estaba cargado de emociones y los concursantes esperaban la decisión de los jueces en las diferentes clases. Mientras otros estaban mirando la entrada, Mateo hizo saber que no perdería el tiempo haciendo lo mismo. Finalmente los jueces anunciaron que sus decisiones habían sido tomadas. Se les colocarían bandas a las piezas del segundo y tercer lugar, y el ganador del primer lugar recibiría la suya en la plataforma en frente del gran público. Mateo casi no podía esperar el anuncio de los ganadores de cerámica. Ensayaba de nuevo en su mente lo que diría cuando recibiera el primer lugar.
“Mateo Ramos,” Mateo saltó al escuchar su nombre, “segundo lugar.”
Atónito, Mateo se sentó con desconcierto en su asiento. ¿Quién pudo haberle ganado? Se preguntaba para sí mismo.
“Primer lugar, para una pieza hermosa con belleza extraordinaria en barnizado de cristal, ¡Alejandro Castillo!”
¿Barnizado de cristal? Alejandro dijo que él estaba haciendo un barnizado de mate… ¡Oh, no! La realización de que había involuntariamente ayudado a Alejandro a ganar, inquietaba a Mateo. Lentamente se levantó para salir. Al escuchar su nombre volteó y vio a Alejandro haciendo señas desde la plataforma.
“Tengo que insistir que el premio del primer lugar sea compartido con Mateo Ramos. Su contribución a mi mezcla de barniz muestra su gran capacidad en el área de cerámica.”
Más tarde Mateo descubrió que había sido visto añadiendo algo al barniz de Alejandro, y un estudiante que lo vio se lo comentó a Alejandro. Pero Alejandro nunca consideró que Mateo habría saboteado su proyecto y no fue hasta que termino su producto que él se dio cuenta que su barniz había sido dañado.
Mateo estaba sorprendido de que Alejandro no estuvo enojado. En cambio, él quería ser su amigo. Este chico tiene algo que yo no tengo, finalmente se admitió a sí mismo. Realmente él es muy bueno en la cerámica, aunque él no se jacta de eso. Tal vez deba conocerlo un poco mejor.
ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Sé Humilde
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