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La Actitud Correcta/Los Sitios Principales de los Publicanos y los Fariseos

Currículo
Respuesta/Búsqueda para Maestros
176

TEXTO: Lucas 14:7-14; 18:9-14

ESCRITURAS COMPLEMENTARIAS: Isaías 57:15; Miqueas 6:8; Santiago 4:10

OBJETIVO

Los estudiantes estarán en la capacidad de decir que Dios está disgustado con la exaltación de uno mismo, pero honra a aquellos que le honran y mantienen un espíritu humilde en su actitud hacia los demás.

VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. — Santiago 4:6
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
Y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. — 1 Pedro 5:5

INFORMACIÓN DE REFERENCIA

En Santiago 4:6 leemos: “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.” Dios odia el orgullo. De acuerdo a varios teólogos, esa fue la causa por la cual Satanás fue arrojado del Cielo. Satanás tocó al ego de Eva cuando les dijo que el fruto del árbol que estaba en medio del jardín le haría sabia (Génesis 3:5). De modo que la idea tentó a Eva que desobedeció a Dios y comió del fruto. Desde ese tiempo en adelante, el orgullo ha sido encontrado en los corazones de la humanidad y si no se arrepienten, esto les traerá juicio.

Tan temprano cómo en el año 145 a.de J.C. habían tres grupos judíos: los fariseos, los saduceos, los esenios. Los fariseos se apartaban de aquellos quienes no cumplían la ley. Su devoción los hizo popular, pero Jesús condenó su justicia por sí mismo y su hipocresía.

Habían dos clases de “publicanos” o colectores de impuesto, en los tiempos de Jesús: 1) el cobrador de impuesto que colectaba impuestos sobre tierra, ingresos, y capitación; 2) los oficiales más odiados que cobraban impuestos sobre todo desde los puentes hasta la comida. La Biblia no aclara qué clase de colector de impuesto era el publicano en este texto.

INTRODUCCIÓN

Haciendo cosas que parecen ser correctas delante de los demás no garantiza una posición correcta a la vista de Dios. Jesús examinó los corazones de los hombres que fueron invitados a la cena mientras buscaban los sitios principales en los cuzales comer, y contó una parábola acerca de tomar el lugar más bajo. La parábola también señaló que uno no debería invitar a sus amigos, hermanos, parientes, y vecinos ricos a su cena, más bien a los pobres, a los cojos, a los mancos, y a los ciegos. Nuestros motivos determinarán nuestra recompensa. La humildad, no la autoexaltación, es un sello del Evangelio. Esto es demostrado de nuevo en la parábola del fariseo y el publicano.

PREGUNTA/RESPUESTAS

  1. Por qué cree que aquellos que habían sido invitados a la cena por uno de los fariseos escogieron los sitios principales en los cuales comer?

    Sin duda estos hombres estaban muy interesados acerca de la prominencia y posición. Pregúnteles a sus estudiantes por qué esta actitud no está de acuerdo con la conducta cristiana. Deben ver que los cristianos no son individuos que se promueven a sí mismos, pero más bien tienen la meta de glorificar a Dios.
  2. ¿Cómo podrían las reuniones de la iglesia ser un lugar para probar los motivos de un cristiano en relación al “lugar que está buscando”?

    Las respuestas de sus estudiantes deben provocar una discusión en relación con la prominencia y posición. Las personas activas en la iglesia deben guardarse contra la promoción de sí mismo. Si, debido a nuestros privilegios en el Evangelio, estamos en posición de ejecución y liderazgo, debemos recordar que nuestra meta es la de glorificar a Cristo, escondiéndonos detrás de Su Cruz. El lugar ocupado no es importante. La perspectiva final de Dios puede estar opuesta a la del humano.
  3. ¿Por qué aconsejó Cristo  al fariseo principal que no llamara a sus amigos, hermanos, parientes, o vecinos ricos a sus fiestas?

    Las respuestas de sus estudiantes deben estar dirigidas para enfocar los motivos. ¿Podría ser que el motivo principal del fariseo de invitar a aquellos que estaban presentes era egoísta? Posiblemente él estaba esperando que cada uno en cambio le diera honor o devolvería el favor. Quizás su propósito verdadero era la exaltación de sí mismo. Tal vez él habría deseado que cada fariseo presente cultivara su amistad debido a quien era él.
  4. ¿Jesús le aconsejó al fariseo que llamara a quién a su fiesta? ¿Por qué?

    Él fue instruido a llamar a los pobres, a los cojos, a los lisiados, y a los ciegos. La discusión debe centrarse sobre el hecho de que el amor por nuestro prójimo, no la exaltación de sí mismo, será el motivo para las invitaciones si somos un discípulo genuino de Jesucristo . Entonces seremos bendecidos aquí y recompensados después. Los estudiantes deben entender que Cristo no estaba condenando a el cenar con amigos. Él estaba condenando los motivos egoístas.
  5. ¿Qué fue lo aplaudible del fariseo que subió al templo a orar? ¿Qué fue aborrecible a Dios acer-ca del mismo fariseo?

    El fariseo no tomaba la propiedad de otra persona por falsas pretensiones. Él no trataba injustamente con su vecino, abusando de él, por ejemplo, en algunos tratos de negocios. Él evitaba todas formas de suciedad, incluyendo el adulterio. Él ayunaba y daba diezmos. Todas estas cosas eran recomendables. Pero un sólo pecado anuló todas las bondades del fariseo y resultó en su condenación, el orgullo. En Proverbios 6:17 encontramos que entre las siete abominaciones que Dios odia, la primera es los “ojos altivos.” El orgullo causó que Lucifer se cayera del Cielo y llegó a ser el archíenemigo de Dios, Satanás. El orgullo en sus propias buenas obras ha impedido que muchas personas crean en el Señor Jesucristo y hagan del Cielo su hogar eterno.
  6. ¿Qué indicó la postura y las acciones del publicano en nuestro texto acerca de su presentación hacia Dios?

    Las palabras “estando lejos” probablemente significaron que él se sentía inmerecido del favor de Dios. El hecho que él “no quería ni aun alzar los ojos al cielo” transmitió su profundo pesar y su sentimiento de culpa. Cuando él se golpeaba el pecho,” estaba expresando extremo dolor por los pecados que él había cometido, y su deseo de ser perdonado. Cuando él dijo: “Dios sé propicio de mí, pecador,” era una confesión de culpa. Los estudiantes deben entender que en esa forma, el pecador penitente y verdadero vendrá a Dios.
  7. ¿Por qué le es tan difícil a la gente orar una oración sencilla de una frase como la de el publicano? ¿Por qué es importante que ellos lo hagan?

    En muchos casos, la razón probablemente es el orgullo. Las respuestas de sus estudiantes deben resaltar que en el mundo de hoy es popular hablar mucho acerca de aserción de uno mismo y el valor de uno mismo. Cursos y seminarios son ofrecidos sobre estos temas. Pero poco es dicho sobre la humildad. Pero todavía el camino humilde de la Cruz permanece como el único camino al perdón de Dios. La primera de las Bienaventuranzas dice: “Bienaventurados los pobres en espíritu: porque de ellos es el reino de los cielos.” (Mateo 5:3). No importa cuán bueno sea él, una persona es culpable delante de Dios hasta que pida perdón y sea justificada por la gracia de Jesús (Romanos 3:23). Sin el Calvario no habría perdón.
  8. Explique la diferencia entre la justificación del publicano y la del fariseo.

    Sólo el publicano recibió la justificación y el perdón de Dios. El fariseo fue justificado sólo en sus propios ojos. Permaneció condenado por Dios. Los estudiantes deben comprender que, “hay camino que perece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16:25). La mera causa de continuar en ese camino usualmente es el orgullo. Proverbios 16:18 dice: “Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu.”
  9. Explique Lucas 14:11: “Porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla, será enaltecido.”

    Las explicaciones de sus estudiantes de este pasaje es una buena forma para concluir su lección. ¿Cuál es la meta final del verdadero cristiano? Obviamente, es el ser recibido en el Cielo. ¿Podríamos pedir mayor exaltación? Si el requerimiento es la humildad, tenemos la obligación sobre nosotros de luchar por esa actitud.

PREGUNTAS COMPLEMENTARIAS

  • Cuando una persona se exalta a sí mismo, ¿en qué clase de cosas piensa y qué hace? ¿Por qué se enoja Dios cuando nos exaltamos a nosotros mismos?
  • ¿Cómo mostró Jesús mismo la humildad ? ¿Por qué debemos seguir su ejemplo perfecto?
  • ¿Son los no salvados los únicos que se exaltan a sí mismos? ¿Puede un cristiano exaltarse a sí mismo? ¿Cómo?
  • ¿Cómo cree que Dios resiste a los soberbios?
  • ¿Cuál diría usted que es el significado de la frase, “pero da gracia a los humildes”?
  • ¿Cómo puede relacionar el verso clave a su vida diaria?
  • ¿Piensa usted que sólo los adultos son orgullosos? ¿Por qué? ¿Cuáles son algunas de las cosas que los jóvenes hacen que muestran que son orgullosos?
  • ¿Cómo podemos ser humildes?
  • En nuestra historia de la RESPUESTA, ¿cómo mostró Alejandro qué él era humilde?

COSAS QUE HACER

Pida a dos personas que vengan a su casa y dramaticen por gestos la parábola del publicano y el fariseo mientras les lee usted la parábola a su clase. Decore su clase cómo si fuera un templo hermoso (si es posible) con figuras artísticas de arte hecho en un papel grande o cartulina. Use vestuarios Navideños. Continúe con preguntas de discusión, pidiendo a los estudiantes a compararse a sí mismos con los dos personajes en la lección. Pregúnteles ¿a cuál les gustaría más parecerse, y por qué?

Lleve dos artículos a la clase, una imitación y otro original; por ejemplo, dulce, dinero, o una flor. Usted podría hacer que la imitación sea grande y posiblemente más agradable a la vista. Explique a los estudiantes cómo la imitación es diferente de lo que parece ser. No está hecho de las mismas cosas que el genuino. El fariseo en nuestra lección era cómo la imitación, pero el publicano era un creyente genuino. Él era pequeño ante su propia vista, pero su arrepentimiento era genuino, de este modo grande, a la vista de Dios.

Permita que los miembros de la clase hagan una presentación mostrando cómo es una persona orgullosa. Luego permita que ejecuten una presentación mostrando cómo es una persona humilde. Discuta las presentaciones, dirigiéndolos a identificar la clase de persona que Dios desea que seamos.