TEXTO: Lucas 11:5-13; 18:1-8
ESCRITURAS COMPLEMENTARIAS: Mateo 26:36-46
OBJETIVO
Los estudiantes estarán en la capacidad de explicar que la insistencia en la oración traerá una respuesta. Es importante que no nos desanimemos aunque no veamos la evidencia de la respuesta hasta que una respuesta sea dada.
VERSO CLAVE PARA LA RESPUESTA:
También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar. — Lucas 18:1
VERSO CLAVE PARA LA BÚSQUEDA:
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. — Lucas 11:9-10
INFORMACIÓN DE REFERENCIA
Importunidad significa “persistencia en solicitar o demandar,” aún hasta el punto de molestar. En ambos ejemplos dados en la lección de hoy, la solicitud fue concedida porque el juez no quería ser molestado. Sin embargo, Dios no está descontento con nosotros cuando venimos a menudo a Él. Él usa estas historias para enseñarnos a que seamos perseverantes en nuestras peticiones de nuestras necesidades. En el libro de Hebreos leemos que Dios es un galardonador de aquellos que diligentemente le buscan.
Tenemos varios ejemplos en la Biblia de aquellos que insistieron por cosas específicas, y el Señor les concedió sus peticiones. En el capitulo dieciocho de Génesis leemos cómo Abraham intercedió ante Dios para que preservara la ciudad de Sodoma si cincuenta justos se encontraban allí. Abraham bajó la cantidad a diez y el Señor estuvo de acuerdo en preservar la ciudad por diez justos. ¡Desafortunadamente no habían ni siquiera diez justos!
Jacob deseaba la garantía de Dios de que se reuniera con su hermano en paz. Luchó toda la noche con un “hombre” quien podía impartir esa bendición. El hombre le dijo que su nombre no sería más Jacob, sino Israel: “Porque has luchado con Dios y los hombres, y has vencido,” y Jacob recibió la bendición que deseaba.
INTRODUCCIÓN
Jesús tenía mucho que decir durante Su ministerio acerca de la oración eficaz y persistente. Él dio varias parábolas mostrando la importancia de orar. Él también nos dejó un ejemplo hermoso de Su vida propia de oración. Sus discípulos deseaban que Él les enseñára a orar. Él les dio cómo modelo “El Padre Nuestro,” y les enseñó cómo orar una oración que podía ser escuchada y aceptada por Dios. La Biblia también provee ejemplos de otros que oraron y recibieron respuestas.
PREGUNTA/RESPUESTAS
- En las dos parábolas dadas en nuestro texto, solicitudes fueron hechas a alguién que no tenía deseo de suplir la necesidad. ¿Cómo contrasta ésto con la respuesta de Dios cuando venimos a Él con una necesidad?
Dios se agrada en darnos las cosas que necesitamos en nuestras vidas (Mateo 7:11), aunque algunas veces la respuesta parezca dilatada (Lucas 18:7). Resalte que Dios sabe de las cosas que necesitamos aún antes de que lo pidamos (Mateo 6:8), y si buscamos complacer a Dios primero, estas cosa serán suplidas. Lea Mateo 6:32-33.
- ¿Qué significa importunar? ¿Cómo podemos aplicar ésto a las solicitudes que hacemos en oración al Señor?
Importunar significa “solicitar o demandar persistentemente o repetidamente.” Debemos continuar pidiendo hasta que recibamos la respuesta de nuestra oración. Jesús instruyó a sus discípulos que permanecieran hasta que recibieran el poder (Lucas 24:49). Haga que un estudiante lea Jeremías 29:13, y luego discuta el significado de la palabra buscar. Mencione que implica un esfuerzo fuerte y de tiempo continuo, pero Jesús prometió que aquellos que buscan hallarán.
- Los versos principales en las dos parábolas de Jesús son Lucas 11:8 y 18:5. Ellos muestran la razón por la cual las solicitudes fueron concedidas. ¿Cómo podemos beneficiarnos espiritualmente por seguir estos ejemplos en nuestras oraciones?
En ambos casos el peticionario se negó a aceptar una respuesta negativa, pero continuó pidiendo hasta que le fueran concedidas sus peticiones. Dios desea que vengamos del mismo modo. Otro buen ejemplo de prevalecer con Dios puede ser encontrado en la oración de Jacob en Génesis 32:24-29. Ánime a sus estudiantes a dar un ejemplo de su propio conocimiento o experiencia de un caso cuando la oración fue contestada después de un tiempo de perseverancia.
- Muchas veces vendrán los desánimos cuando estamos deseando algo del Señor. Algunas veces otros tal vez traten de desanimarnos. Lea los relatos del mendigo ciego en Lucas 18:35-43, y de la mujer cananea en Mateo 15:22-28. ¿Cómo habría reaccionado usted en la misma situación?
Las respuestas de sus estudiantes a la pregunta resaltarán que tal vez habrían experimentado algunas dudas si se hubieran enfrentado a cualquiera de estas situaciones. Discuta con su clase las diferentes formas en que Satanás traerá dudas y desanimaciones, y haga énfasis sobre la importancia de vencerlos creyendo en Dios y las promesas en Su Palabra. Algunas veces tal vez parezca que Dios no nos está escuchando, cómo con Jesús y la mujer, pero si estamos pidiendo de acuerdo a Su voluntad, Él escuchará y Él contestará. ¿Cómo podemos estar seguros que nuestras oraciones están de acuerdo a la voluntad de Dios? Sus estudiantes deben concluir que debemos orar cómo Jesús lo hizo: “Pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). Habrán momentos cuando la respuesta que Él envía será negativa, pero tenemos el privilegio de perseverar en la oración hasta que recibamos la respuesta de Él.
- Algunas veces pasará un tiempo bastante largo sin ninguna respuesta aparente del Señor. Elías y Daniel, dos hombres de Dios, los dos pasaron por tales tiempos (1 Reyes 18:42-44 y Daniel 10:1-13). ¿Cuál fue la respuesta que recibieron por su espera?
Elías continuó orando mientras su criado fue a mirar hacia el mar siete veces, y la séptima vez vio una nube como la mano de un hombre. A los veintiún días un ángel vino y fortaleció a Daniel. Elías tenía la promesa de Dios de que Él enviaría la lluvia, y confió en esa promesa. Daniel no tenía tal promesa, pero esperó en el Señor. Pregunte a sus estudiantes qué lección podemos encontrar en estos dos ejemplos. Sus estudiantes deben ver que si tenemos una promesa directa de Dios que la respuesta vendrá, tal vez sea más fácil perseverar y creer que en los momentos cuando no hemos recibido ningúna seguridad directa. Pero en cada caso, es necesario perseverar.
- El criado de Elías vio una nube pequeña, como la mano de un hombre. ¿Qué acción tomó Elías y que atributo espiritual vemos exhibido aquí? Lea Hebreos 11:1.
Elías no fue a ver si la declaración del criado era correcta, sino que inmediatamente envío palabra a Acab para que se diera prisa y saliera de la montaña, porque iba haber una gran lluvia. Esto muestra que Elías tenía una gran fe. Discuta con los estudiantes que no importa cuanto tiempo y con cuanta devoción oremos, Dios no puede responder si no tenemos la fe de que Él lo hará. Una persona debe creer que “Él es galardonador de aquellos que diligentemente le buscan.” Quizás tengamos poca o ninguna evidencia de una respuesta, pero si confiamos en Él, la respuesta vendrá.
- Jesús dijo que los hombres siempre deben orar, y no desmayar. ¿Cuál es el significado de la palabra desmayar y cómo puede ser aplicada a nuestra vida de oración?
Desmayar significa “estar cansado; perder valor o esperanza.” Esto es lo contrario de perseverancia y fe en Dios. Santiago nos dice que si vacilamos, dudamos o nos rendimos, no reciberemos nada del Señor (Santiago 1:6-7). Sabiendo que la Palabra de Dios dice esto, debemos esforzarnos para mantenernos en un espíritu de oración y no estar desanimados o dejar de orar.
- Jesús condenó a los fariseos por orar para ser vistos de los hombres, y por el uso de las repeticiones vanas (Mateo 6:5-7). ¿Cuál es la diferencia entre estas clases de oraciones y la oración importuna que Jesús recomendó?
Los paganos pensaron que podrían ser escuchados por su tanto hablar, y los fariseos (llamados hipócritas) oraron para ser aplaudidos por los hombres. Santiago dijo que algunos no recibieron porque pidieron fuera del propósito, de modo que pudieran consumirlo sobre sus propias lujurias, o propios deseos (Santiago 4:3). Pida a sus estudiantes que den algunas razones por las cuales Dios no contestará oraciones hoy. Sus respuestas quizás incluyan orar con un motivo equivocado, orar para ser visto por los hombres, y falta de fe.
- ¿Qué ejemplo podemos recibir de la vida de oración de Abraham, y de su fe en Dios en tiempos cuando él tenía que esperar?
La historia de la vida de Abraham es un ejemplo sobresaliente de esperar a Dios en oración. Él oró veinticinco años por un heredero para que la promesa de Dios pudiera ser cumplida, y Dios en su tiempo contestó. Al concluir su clase, sería bueno repasar con la clase, el tipo de oración al cual Dios responde: Una que está de acuerdo a Su voluntad, en fe, y con un propósito de recibir una respuesta de Dios.
PREGUNTAS COMPLEMENTARIAS
- ¿Qué significa importunidad, como se menciona en el verso 8 de nuestro texto?
- ¿Por qué decidió el juez en nuestro texto ayudar a la viuda?
- Nuestro verso clave dice que “debemos orar siempre, y no desmayar.” ¿Qué significa esto?
- Nombre algunos personajes bíblicos que oraron hasta que las respuestas vinieron.
- ¿Puede pensar en una situación o necesidad en su vida en que le gustaría que Dios obrara? Si es así, ¿será más difícil que las situaciones de los personajes bíblicos que hemos discutido? ¿Qué depende de usted para que Dios obre en esta situación?
- ¿Cuáles son algunas cosas que impiden recibir las respuestas a nuestras oraciones y cómo nos dañan?
- ¿Por qué enfatiza Jesús el hecho de que el juez vengó a la viuda de su adversario aunque él no temía a Dios ni al hombre?
- En la historia de nuestra RESPUESTA, aunque no había señal de que el abuelo de Luis llegara a conocer el Evangelio o de su cambio, ¿se cansó de orar el padre de Luis alguna vez? ¿Lograron todos los años de oración un cambio en la vida del abuelo? ¿Hubo un cambio notable en el abuelo cuando fue salvo?
COSAS QUE HACER
Juegue un juego de adivinanzas haciendo que cada estudiante actúe a un personaje de la Biblia cuya oración fue contestada por Dios.
Sugiérales a los estudiantes que actúen un cuadro dramático sobre el tema de la importunidad. Podría representar a unos amigos que desean que hagamos algo que estamos cansados y perezosos en hacer. Mientras ellos continúan insistiendo, nos rendimos y hacemos lo que ellos piden. Otro podría ilustrar a dos personas que están buscando empleo. Uno está contento en llenar una aplicación. El otro da todos los detalles que se le pide, luego vuelve para preguntar en cuanto a su solicitud. Él podría declarar cómo apreciaría una entrevista personal, y que le gustaría presentar sus capacidades para el empleo en mayor detalle.
Hable con sus estudiantes sobre una búsqueda de motivos de oración. Hagan que salgan durante la semana con un cuaderno y un lápiz en mano y que busquen en sus vecindades, en la escuela, y en la iglesia. ¿Está alguien enfermo? ¿Se han mudado nuevos vecinos? ¿Quién está de vacaciones? Dígales que escriban una oración de petición para cada situación que descubran. El domingo siguiente, pídales que compartan las peticiones con el resto de la clase. (Deben omitir nombres.)
Pregunte a su clase si han oído o participado en una cadena de oración. Explique que cada persona es asignada un tiempo de oración: 2:30-3:00 a.m., 11:30-12:00 a.m., etc. Todas las personas en la cadena de oración saben que habrá un tiempo de oración sin cesar para cualquier situación dada. Pero ¿qué sucede si falla en orar durante su tiempo? ¿Qué si se duerme? Sí, Dios todavía honrará las oraciones de los demás, pero ¿qué hay de usted? Recuerde que la importunidad en orar traerá una respuesta.