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Manual de Imaginación

Currículo
Respuesta para Estudiantes
142
TEXTO:
Salmo 139:1-14—Omnipresente
Salmo 135:5,6; Marcos 4:35-41—Omnipotente
Hebreos 4:13; 1 Juan 3:20—Omnisciente

Nuestro mundo parece insignificante comparado con la grandeza de Dios.

PASA UN TIEMPO libre, y acuéstate boca arriba sobre tu cama, o quizá en un campo de hierba que esté un poco inclinado. Cierra los ojos e imagínate que tú y yo nos estamos subiendo en nuestra nave espacial privada. Con tu traje espacial puesto, siéntate en el asiento del piloto. Estudia el panel computarizado delante de ti. ¡No te preocupes! Casi todos los controles están preestablecidos para nosotros.
El conteo regresivo se oye. 5, 4, 3, 2, 1, ¡y salimos disparados! Mira hacia atrás rápidamente. En sólo un momento no podrás ver el lugar de despegue.
Tres minutos arriba. Nuestra ciudad apenas se puede ver. Las líneas costeñas están visibles y ahí está el Océano Atlántico. ¡Que azul se ve!
Cinco minutos. No se puede ver ninguna ciudad. “¿Pero qué es esa línea clara en el horizonte?” Te preguntas. ¿Podrá ser el Océano Pacífico? Nosotros podemos ver los Estados Unidos estirado de costa a costa.
¡Espera! Sólo unos minutos más y podrás ver toda la América desde el Norte hasta el Sur. Si, aún ahora estamos mirando El Canadá y México.

VERSO CLAVE: Dios sabe todo.
Los ojos de Jehová están en todo lugar, Mirando a los malos y a los buenos. — Proverbios 15:3

Mira pronto, porque dentro de poco la tierra se verá del tamaño de una bola de baloncesto, luego de béisbol y luego . . .
“¿Cuál estrella es la tierra?” Te preguntas. La pierdes de vista. Bueno, realmente no importa. Ahora todo luce nebuloso. Casi como una Galaxia.
Pero no te sientas solo. No estamos solos. Dios está aquí. No, sé que no lo puedes ver con tus ojos, pero mira a tu alrededor.
Recuerda la Escritura donde el Salmista dijo: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste, Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria?” (Salmo 8:3-4).
Mira todas estas estrellas a nuestro alrededor. Son interminables. Galaxia tras galaxia. Y aún así Dios te ve. Él conoce todos tus pensamientos. Él te vio aún antes de que tú nacieras, mientras tú esperabas en ese lugar cómodo y oscuro hasta la hora de tu nacimiento.
Dios cuida de ti, hasta el punto de saber cuantos cabellos existen sobre tu cabeza. Él ve y conoce todo acerca de ti, tus esperanzas, tus deseos, pensamientos y planes. Él sabe qué hay detrás de tus acciones
Y no sólo a ti, Él conoce íntimamente a cada persona en el planeta entero, y todo aquel que haya vivido. Dios está dondequiera. Él puede ver todo. No hay lugar donde el hombre pueda esconderse de Dios.
Bueno, es hora de virar esta nave espacial hacia casa. ¿Copiloto, en qué dirección? ¿Tú no sabes? ¿Era en esa dirección general? No me gusta la idea de pasar viajando por el espacio el resto de mi vida.
¡Eso es correcto! La computadora sabrá. Ella ya nos está dirigiendo a casa.
Eso me recuerda. Dentro de cada uno de nosotros hay algo que está tratando de dirigirnos a nuestro hogar eterno. El único problema es que mucha gente trata de ignorar esa señal. Ellos saben que deben virarse hacia Jesús, servirle, y seguir Sus mandamientos, pero ellos les hacen caso a muchas otras señales.
Sin embargo, Dios tiene el poder de tomar al hombre de la tierra y llevarlo a un hogar Celestial, y también tiene poder para ayudarle a vivir una vida cristiana victoriosa hasta que esto se cumpla. Cómo de hecho, el poder de nuestra pequeña computadora aquí no se compara ni en fracciones al poder de Dios. Dios tiene el poder para salvar del pecado, para sanar, para restaurar vidas. ¡Él tiene poder infinito! Él creó todas las estrellas en el universo, nuestra tierra con todos sus montes, sus montañas, sus ríos, sus océanos, sus árboles, sus animales, hasta las hojitas de la flora más pequeña, y ¡aún el átomo! Y más que todo, ¡Él te creó a ti!
Si, yo sé que tu madre te trajo al mundo, pero piénsalo, ¿de dónde vino el primer hombre, Adán? Eso es correcto, él fue creado por Dios.
¿Qué es eso? ¡Tú dices que nuestro planeta ya está visible! ¡Que alegría! Ahí está. Es sólo del tamaño de una bola de béisbol, ahora de una pelota de baloncesto, y ahora . . .

ACTIVIDAD DE LECCIÓN: ¿Qué Tan Grande es Dios?