Marcos cargó su bandeja con tres rebanadas de pizza, una leche malteada de chocolate, y un panecillo grande de canela. Luego se dirigió a donde sus amigos estaban sentados en el comedor de la escuela.
Susana, Lisa, y Carlos pararon de hablar mientras Marcos inclinaba su cabeza para dar gracias por su almuerzo.
“Llegas justo a tiempo Marcos.” Dijo Lisa. “Estábamos hablando de los servicios de las ordenanzas que hay en las diferentes iglesias—tú sabes, cuando todos toman la Cena del Señor y luego continúan con el lavado de pies.”
“No todos.” Dijo Susana mientras daba una mordida a su sándwich. “La Cena del Señor es sólo para aquellos que son salvos.”
Lisa se sorprendió. “¿Hablas en cierto? Yo pensé que era para todo el mundo.”
“No Lisa, Susana está en lo cierto.” Marcos dejó de comer por un momento y continuó: “Es especial. Tú tienes que estar seguro que has nacido de nuevo. La Biblia lo dice claramente.”
VERSO CLAVE: ¡Quiero estar vigilante! Estas ordenanzas tienen un significado muy especial.
Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis. — Juan 13:17
Carlos había estado escuchando a todos y miró hacia arriba. “Yo no sé exactamente de qué están hablando. ¿Qué es un servicio de ordenanza? ¿Es lo que en mi iglesia le llaman ‘tomar comunión’?”
“Comunión, o tomar pan y jugo que representa el cuerpo y la sangre de Jesús, es parte del servicio de la ordenanza.” Dijo Susana. “Cuando nuestro ministro pasa la bandeja con el pan partido y el jugo de uva, él repite algunas palabras que Jesús dijo durante la última cena que comió con Sus discípulos: ‘ . . . haced esto en memoria de mí.’ Después de esa misma cena, Jesús lavó los pies de sus discípulos y les dijo que este era un ejemplo que debían seguir. Por eso en nuestro servicio de ordenanza practicamos las dos cosas.”
Carlos parecía estar interesado. “¿Qué tan seguido hacen esto?”
“Lo hacemos cada tres meses.” Dijo Marcos.
“¿Lo hacen en tu iglesia?” Preguntó Lisa sorprendida. “Nuestra iglesia tiene la comunión cada domingo.”
“La Biblia no nos dice cuán seguido debemos hacerlo.” Replicó Marcos. “Pero cómo dice el verso que Susana citó, cuando lo hagamos debemos recordar que lo estamos haciendo en memoria a Jesús. Es un momento muy especial, y no debemos permitir que se convierta en algo común al punto de perder su significado para nosotros.”
“Lo importante es que Jesús quiere que hagamos estas dos cosas.” Susana añadió. “Él sabe que recibimos una bendición especial cuando le obedecemos. ¡Es magnifico! Toda la gente de Dios se reúne para recordar cómo Él sufrió y murió para salvarnos y el ejemplo que Él nos demostró.”
“Bueno, gracias por compartir su información.” Dijo Carlos mientras tiraba su bolsa de almuerzo. “Es tiempo de volver a clase. Esta ha sido realmente una discusión interesante. Me gustaría seguir hablando de esto en otra ocasión.”
Marcos sonrió. “Pienso que esta discusión ha sido buena para todos nosotros. Ahora la Cena del Señor y el Lavado de Pies significará más para nosotros.”
Unas semanas después mientras Marcos tomó la Cena del Señor, su mente fue atrás recordando lo que se había dicho el día aquel durante el almuerzo. Él trató de imaginarse cómo fue en el aposento alto durante la Última Cena. Pensó en Jesús tomando el pan y la copa—Su cuerpo quebrantado y Su sangre derramada—sabiendo que Él estaba entregando Su vida para los hombres pecadores. Él pensó cómo Cristo demostró tal amor y humildad al lavarle los pies a Sus discípulos. Luego recordó cómo Jesús se levantó de la muerte en victoria y que ¡Él regresaría pronto! Esto le hizo a Marcos sentirse bien por dentro. Él realmente se sentía cerca de Dios en ese momento.
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¿Y tú? ¿Entiendes el significado de la Cena del Señor? ¿Piensas en esto como ser algo muy especial y sagrado? Pablo en 1 Corintios 10:16 dice: “La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la comunión de la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la comunión del cuerpo de Cristo?” Comunión significa hermandad o amistad. Cuando tú aceptas la Cena del Señor estás disfrutando de un momento especial de hermandad o amistad con Jesús. Aquellos que no han nacido de nuevo no son incluidos. Sólo aquellos que aman a Jesús y le conocen como su Señor y Salvador tienen el derecho de disfrutar este momento especial con Él.
¡Esperemos con ansiedad los tiempos cuando recibamos la Cena del Señor y seremos bendecidos de Jesús!
ACTIVIDAD DE LECCIÓN: Sigue Su Ejemplo